VALENTÍN LARREA ITURBE (Gabiria, 1876 – Pamplona, 1970)

El pianista y compositor Valentín Larrea Iturbe nació en la localidad guipuzcoana de Gabiria el 27 de diciembre de 1876, y fue el primogénito de cinco hermanos. Sus padres, Tecla Iturbe Balentzategi (Ormaiztegi, Gipuzkoa) y Melitón Larrea Pérez de Lazarraga (Zalduondo, Araba) se casaron en Gabiria en 1875. El padre era organista de la iglesia y maestro de las escuelas del pueblo, así como secretario municipal, motivo por el cual la familia residía en la casa consistorial, donde Valentín pasó sus primeros años. Un tiempo después, la familia se trasladó a la casa Larrea-Enea.

Valentín se distinguió desde muy temprana edad por sus dotes musicales, y comenzó a estudiar solfeo y órgano con su padre. Al percatarse del talento de Valentín, sus padres decidieron que realizara estudios musicales en Madrid, y en octubre de 1893, a los 17 años, ingresó en la Escuela Nacional de Música y Declamación. Estudió con los profesores más distinguidos y reconocidos de la época: Tragó en piano, Arín en armonía, Serrano en composición y Jimeno de Lerma en órgano.

Realizó los estudios de forma brillante, con las mejores calificaciones, y obtuvo primeros premios en los concursos públicos de oposición, según consta en su expediente académico.

En Madrid conoció a la que sería su esposa, Teresa Auzmendi Aranburu, natural de Beasain y que residía en la capital con sus tías maternas.

Al finalizar los estudios, supo por la prensa madrileña de la convocatoria de oposiciones para ocupar la plaza de pianista titular en el Nuevo Casino Eslava de Pamplona. En febrero de 1898 se celebraron dichas oposiciones, y Valentín obtuvo la plaza por unanimidad, de modo que se trasladó a Pamplona para emprender su carrera profesional.

El 19 de octubre de 1900, Valentín y Teresa contrajeron matrimonio. Se instalaron en el número 12 de calle Chapitela, donde formaron su familia. Tuvieron cinco hijos, dos de los cuales murieron a temprana edad. El mayor de ellos, Valentín Larrea Auzmendi (Pamplona, 1901 - Buenos Aires, Argentina, 1982) siguió los pasos del padre: realizó estudios de música y piano en el Conservatorio de Pamplona, y destacó muy pronto como pianista. Comenzó a dar conciertos a los 13 años, y a los 16 le concedieron el Premio Sarasate. Más tarde se trasladó a Argentina, y desarrolló su carrera musical en Buenos Aires.

Valentín tuvo una gran influencia en la vida cultural de Pamplona. Fue fundador y primer tenor del Orfeón Pamplonés, y compuso expresamente obras para dicha agrupación. Era habitual verle tocar el piano y el órgano en eventos musicales, y cómo no, participaba todos los años en los conciertos de San Fermín.

En 1923 inauguró el cine Olimpia con una composición escrita para la ocasión. Era asiduo del Teatro Gayarre, donde contaba con un abono en el palco. En 1967, cuando el teatro adquirió un piano de cola, Valentín se encargó de las pruebas de sonido. Continuó componiendo hasta muy avanzada edad. Valentín siempre estuvo muy unido a Gabiria, y nunca fallaba en las fiestas patronales, durante las cuales ofrecía conciertos de piano en Larrea-Enea y tocaba el órgano en misa. Precisamente compuso la obra para piano Goiko mendiyan. Nere herri politari en honor a Gabiria, y en 1912 compuso la marcha de concierto La perla del océano con motivo de la inauguración de las nuevas escuelas de la localidad.

También tuvo mucha relación con Zarautz, ya que allí residían su hija María Luisa Larrea Auzmendi (Pamplona, 1908 – Zarautz, 2005) y su esposo José María Berazadi Garate (Zarautz, 1901-1983), y Valentín acudía con frecuencia a visitar a sus hijos y nietos.

En 1948 le impusieron la Medalla del Trabajo por sus 50 años como pianista en el Nuevo Casino Eslava. La Orquesta Santa Cecilia actuó bajo la batuta de Valentín en el homenaje que se le hizo con motivo de su jubilación. En el programa del concierto había dos obras compuestas por él mismo: Andante en do y Adagio.

Valentín Larrea murió en su casa de Pamplona el 9 de mayo de 1970, a la edad de 93 años, tras toda una vida dedicada a la música.

En 2020, con motivo del 50 aniversario de la muerte de Valentín, se colocó una placa conmemorativa en su casa natal, y tuvo lugar un concierto con su música para cuerda en la iglesia. Fue la familia Berazadi Larrea quien promovió aquel acto, y el Ayuntamiento de Gabiria y la Diputación de Gipuzkoa se ocuparon de las labores organizativas.

TRAYECTORIA PROFESIONAL

Además de ser el pianista titular del Nuevo Casino Eslava, Valentín impartió clases de piano y ofreció muchos conciertos.

Fue un pianista excelente, que destacó gracias a una técnica muy depurada y su gran sensibilidad, que dotaron a sus interpretaciones de una brillantez y calidez muy personales.

Fue miembro durante 18 años del prestigioso Quinteto Aramendia, creado por Felipe Aramendia. Las actuaciones del Quinteto en el Café Iruña de la ciudad eran muy celebradas, así como los conciertos que ofrecieron durante las temporadas estivales de 1912 a 1921 en el Hotel Continental de San Sebastián. Además, actuaban todos los años en las fiestas que se organizaban en el palacio de Santillana del Duque del Infantado de Zarautz con motivo de la visita del rey de España.

Acompañó al piano a insignes violinistas, entre los que se encuentran Guillermo Kolbe y Antonio Alvira.

Compuso muchas obras para piano: preludios, valses, obras inspiradas en el folclore vasco, música española... De todas ellas, se conservan 43.

Son remarcables la calidad, inspiración y variedad de la música de cámara y la obra sinfónica de Valentín Larrea. Se conocen 14 de sus obras para cuerda: para cuarteto, quinteto, orquesta de cámara… Muchas otras se han perdido y están en paradero desconocido.

Obra para órgano y música religiosa

El primer contacto de Larrea con la música fue a través de su padre, que era organista. Por lo tanto, el órgano de la iglesia de Gabiria tuvo una gran relevancia en sus comienzos musicales. Escribió sus primeras composiciones para órgano cuando era estudiante en Madrid. Valentín Larrea fue una persona profundamente religiosa, y el órgano le permitió expresar ese sentimiento. También le valió para expresar el amor por su familia. Se conservan 13 obras para órgano y órgano y voces, así como una misa solemne y un kyrie.

Obras corales y composiciones para banda de txistularis

A finales del siglo XIX, la Diputación Foral de Gipuzkoa recogió el testigo de los Juegos Florales Vascos creados y patrocinados por Anton Abadia en 1851.

En 1893 se organizaron en Azpeitia la primeras Fiestas Euskaras, que se repitieron a lo largo 18 años en distintos municipios guipuzcoanos. Se organizaron concursos de todo tipo: poesía, versos, música, coros… Suponía para los compositores y creadores una ocasión magnífica para dar a conocer su arte, y los premiados conseguían fama y remuneración económica.

Valentín Larrea participó muy activamente en las Fiestas Euskaras, y ganó muchos premios por sus composiciones para piano, coro y banda de txistularis: en Zumaia (1900), Azpeitia (1901), Irún (1902), San Sebastián (1903), Ordizia (1904), Bergara (1905), San Sebastián (1906), Elgoibar (1907), San Sebastián (1911)...

En 1903 quedó fuera de concurso por haber obtenido el primer premio durante tres años consecutivos. Sus obras para coro pasaron a formar parte del repertorio del Orfeón Pamplonés.

Participó con mucho éxito en otros certámenes musicales, como por ejemplo:

  • En 1902, primer premio en el concurso musical del Ateneo de Bilbao por la obra Gure arbol santuari.
  • En 1903, mención extraordinaria en el concurso de El Heraldo de Madrid por la tanda de valses para orquesta de cuerda Sueño de amor (Tomás Bretón, Ruperto Chapí y Gerónimo Gimeno formaban parte del jurado).
  • En 1904, premio del Circulo de Bellas Artes de Madrid por la tanda de valses para orquesta de cuerda Bellas artes.
  • En 1930, primer premio en el concurso musical del Ayuntamiento de Irún por la obra para piano Seis preludios vascos.
  • En 1946, primer premio en el certamen literario-musical del Ayuntamiento de Pamplona por la obra para piano Cuatro preludios inspirados en melodías populares navarras.

La obra de Valentín Larrea está recogida en el archivo vasco de la música Eresbil y en el Archivo de Música y Artes Escénicas de Navarra.